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¿Por qué soy tan tímido?
Soy guapa, dulce cariñosa y muy entregada. Mis fotos son reales asi es mi cuerpo sensual y muy suave no pararas de acariciarme, me gusta mucho el sexo, te haré un buen francés Soy nueva en esto, pero ya por mi edad tengo 40 años tengo la suficiente experiencia sexual para hacer muy feliz a un hombre en la cama. Me encanta entregarme en las Recibo con total privacidad en mi apartamento en la zona de Nervion, con facilidad de aparcamiento y discreción. Podéis tener la seguridad que mis fotos y vídeos son NATHALIA Jovencisima americana muy morbosa, caliente, cachonda y sensual, estoy disponible en mi apartamento y también puedo visitarte en tu hotel o domicilio 24 horas, hago todos los servicios.
Muchas personas experimentan una gran dificultad para encontrar pareja. El ser humano es un animal social por naturaleza, tenemos la necesidad innata de estar acompañados por otras personas y establecer vínculos sociales y afectivos. Así, aunque no todas las personas tienen las mismas necesidades afectivas, por lo general tendemos a buscar cariño. Se trata hasta cierto punto de una convención social, y en ocasiones incluso de una solución instrumental; en este sentido, no son raras las parejas que se forman por mera conveniencia, exista o no amor entre ellos. Muchas veces estas relaciones se basan en el miedo a la soledad, la conveniencia económica, o cualquier otro motivo. Así, aunque existen excepciones, la mayor parte de las personas siente la necesidad de establecer una relación sentimental de pareja. Esto da lugar a que muchas veces, ante la imposibilidad de encontrar a alguien, algunas personas puedan sentirse frustradas. Quien se plantea volver al juego de la seducción tras 15 o 20 años de matrimonio puede llegar a sentirse, casi, como una primera tiempo, añade.
Muchas personas experimentan una gran dificultad para encontrar pareja. El ser humano es un animal social por naturaleza, tenemos la necesidad innata de estar acompañados por otras personas y establecer vínculos sociales y afectivos. Así, aunque no todas las personas tienen las mismas necesidades afectivas, por lo general tendemos a buscar cariño. Se trata hasta cierto punto de una convención social, y en ocasiones incluso de una solución instrumental; en este sentido, no son raras las parejas que se forman por mera conveniencia, exista o no amor entre ellos. Muchas veces estas relaciones se basan en el miedo a la soledad, la conveniencia económica, o cualquier otro motivo.